Aunque no son para nada nuevas las herramientas 2.0, si ha sido algo lenta su incursión en algunas herramientas de información, tal es el hecho de bases de datos académicas, algunos como proveedores o agregadores (vendors) y en los mismos catálogos de bibliotecas. Estas herramientas permiten mayor interacción y colaboración de los lectores o usuarios y el objetivo que puedan manifestar y compartir sus propias opiniones. Estas herramientas ya se encuentran en algunos catálogos públicos de bibliotecas y en bases de datos de información, como las siguientes:
- Por medio de servicios de RSS o feeds, donde el usuario se suscribe a determinada búsqueda o tema de interés y tan pronto como halla novedades les serán informadas.
- Vinculación: tienen la opción de marcar las páginas para que sean vistas por redes sociales o comunidades virtuales como del.icio.us, technorati, facebook, digg, StumbleUpon, entre otros.
- Calificación: ya algunos catálogos también permiten que sus usuarios puedan calificar documentos, como buenos, regulares o no tan buenos, por medio de estrellas.
- Opiniones: los usuarios también pueden comentar sobre algún artículo o tema en especial, con el objetivo de darle a conocer la pertinencia o no del documento.
- Etiquetado: del inglés tag, relacionado con las folksonomías o conocido también como taggeado. Se trata de la posibilidad de los usuarios para asignar etiquetas a los documentos, estas etiquetas son como para los bibliotecólogos los encabezamientos de materias o descriptores, con la única diferencia que las etiquetas asignadas por los usuarios no son normalizadas, ni tienen los mismos rigores de selección como los lenguajes documentales de los bibliotecólogos.
Fuente: Gale, http://www.cengage.com/
Liliana Hernández, representante Cengage
¿Cree que los usuarios algún día podrán utilizar estas herramientas académicas antes de Google?
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